CUENTO

Hace mucho tiempo hice este cuento sin ninguna intención concreta a parte de divertirme con las situaciones e imaginarme como acabaría una salida en las calles viejas de la Paz, lo irónico de los desenlaces y lo lúdico que resulta apostarle a la noche....

-Es que no me gusta Santana ni los silbidos estridentes...
Fue lo que todos alcanzaron a escuchar de aquel muchacho que ahora era llevado por dos policías fuera del boliche con el rostro aun encendido como un solo y ovalado carbón, intensa luminosidad de ira y ojos diáfanos aunque extraños y amodorrados.
El estaba pensando en cuanta complicación podría tener esta vida y como los hogares cual si fueran nidos de hormigas se desmoronaban ante un violento puntapié o una pisada sin intención, es decir- la fragilidad alcanza tales dimensiones, que vulnerabilidad es que somos hormigas?-, Pensó para si. Jugamos a construir pero con tan escasa convicción que la edificación sucumbe ante cualquier embate, si, es que las mujeres son tan jodidas como confiar en estas locas?- en su innato proceder descargo todo el problema en un razonamiento simple pero en el que certeramente confiaba, y, le bastaba tirar una moneda al aire –si sale escudo, la mina es la que complica todo- zas!! la moneda escalaba el aire contorneándose como trapecista en giros arriesgados mortales y descendía como un clavadista impetuoso hasta que la mano huesuda la barría como una ola y la estrellaba en la playa venosa del dorso de su mano. Descubría la moneda con los ojos llenos de afirmación y certeza de lo que vería y claro los bordes del escudo se dibujaban haciéndole sonreír -es que no es cuestión de magia son las estadísticas, como si no las conociera-. Así de ese modo el níquel era una extensión de él, que afirmaba sus conjeturas.
Su amigo lo había buscado con la intención de tomar un café y conversar largamente sobre la vida en pareja y cuales las razones por las que una relación que su matrimonio se había desmoronado (como el nido de hormigas) de forma tan rápida y fácil. Se preguntaba quien el culpable de tales sucesos (para que hablar si la moneda podía dilucidar eso?) en todo caso eso del café era una mera alusión al final eran unas chelas o lo que fuese para estimular el cuerpo y echar atrás las inhibiciones como una moneda a una fuente de deseo.
Dieron unas vueltas por las calles húmedas aun por la lluvia previa que arrastraba por el pavimento una serie de restos, sucios colores, formas y tamaños de cosas irreconocibles en algunos casos que se arremolinaban hacia los sumideros y bocas de tormenta taponándolos o perdiéndose en una espiral violenta en las gargantas negras de esta ciudad. Por fin decidieron caer en el casco viejo de la ciudad y sombras de casas ajenas antiguas y de muros gruesos y colores algo ocres. -Se me hacían como si fueran discretos nichos que devoraban a los habitantes y los mantenían quietos y fríos en sus entrañas de adobe viejo y mustio-. Llegaron sus cuerpos a un bar que contenía una surrealista muestra de recuerdos y artículos esparcidos y pegados cual arañas en las paredes y mostradores que cual mazmorra se agolpaban a los ojos, una rara mezcla de armas viejas, fotos antiguas, cascos del ejercito alemán de la segunda guerra, maquinas de escribir, vitrolas, discos viejos un sin fin de cosas grandes y pequeñas que creaban un universo peculiar con aroma añoso. Se sentaron cerca al barra que la atendían dos chicos delgados, esmirriados con andares de pollos jóvenes y sin plumas en el pescuezo.

-Mira, es como te digo, todo es un sin sentido que desde chico se encargaron de infiltrar en tu cerebro para que actúes en la dirección y forma correcta haciendo de tus días una burda imitación de novelas rosa, y tu corres con la esperanza en tus cándidos ojos con matices tornasoles de alegría desmesurada
-Ja, ja, ja, deja de una vez los discursos baratos y palabras acarameladas, ve al punto, me estas viendo la cara de boludo no?
-No es eso, si te digo que el sistema todo lo corrompe y solo te guía a través de túneles para si poder controlarte y no puedas zafar ni a izquierda ni derecha, es decir estás entre paredes angostas y ni como no continuar con la senda tan bien trazada. Es por eso que te digo que nos aleccionan bien pero al final debemos vengarnos de toda esa expectativa, vengarnos de la esperanza, y no digo quitarte la alegría porque al fin “y quien dijo que todo está perdido” como decía Fito. Basta de tenernos adormilados alimentándonos de sucia propaganda y american way of life...
-Y eso que tiene que ver con que tu relación, se vaya al carajo? Ya te digo, basta de discursos
-Justamente eso pues, es que quise hacer lo correcto, que mierda crees que estoy tratando de decirte? Total uno pone lo que debe poner y va llenando necesidades o proyectos que en algún momento se te hacen tan claros que tu cuerpo no simplemente evade la ola y quedas seco, es bueno mojarse de todos modos y de forma mas simple y fuera de conceptos teledirigiendo posturas y al final, porque tenía que hacerlo.
-Salud!! Un largo silencio siguió a la afirmación y un sorbo largo de cerveza se paseo en sus lenguas adentrándose mas allá de sus ideas. Las cavilaciones fueron interrumpidas por dos ebrios que tambaleándose abrazados inundaban el espacio con sus aguardentosas voces aullando canciones de Santana y pidiéndolas a gritos al igual que cerveza con silbidos estridentes a los jóvenes pollos si plumas en el pescuezo.

Uno de los sujetos estaba mas o realmente ebrio que el otro con los ojos vidriosos, extraviados con un dejo de desdén y una mueca de ironía en el rostro agrietado sembrado de un ralo intento de barba, el cabello hirsuto, abundante y alborotado, una camisa con los vestigios de la ultima comida ingerida y un Jean salpicado de andares descuidados. Tomaron sus cuerpos posición de las sillas y se tornaron en el centro de atención, no porque fuesen interesantes ni porque a alguien le encandilara su conversación, simplemente porque llenaban al ambiente del tranquilo boliche (hasta ese momento) de un aire enrarecido y tenso con sus voces descoloridas y roncas vociferando en extremo a los gritos, motivo que hacia que uno escuchara mas esa conversación que la que uno sostenía.

-Que molestos eh?
-Si, pero en fin, como te decía, al final que es lo correcto y lo que no es? Uno se mete en intentos totalmente románticos a la hora de perseguir ideales altruistas. Encierras tu cabeza en un rectángulo que te condiciona a seguir parámetros que sistemáticamente al final te van absorbiendo del pleno hecho o derecho que implica meramente vivir en un sentido menos atiborrado de conductas preconcebidas y zafarte y ser lo suficientemente loco como para saber que lo estas, pero que, ahí caminas tratando de ser mas humano. En todo caso que mas da, planeemos mejor conseguir un buen par de minitas para envolvernos en la tersura y calor de una piel que no pide mas que un encuentro distraído, seductor y momentáneo.
-Eso esta perfecto, como que la necesidad de simplificar las cosas y dejarnos de un montón de frases sin sentido con intención de parecer inteligentes nos lleva a no se....y estos boludos que ya me pudren con el barullo que arman y que quiten a Santana que ya me tiene harto podrido, joder!! Así que lanzo esta moneda y si sale escudo- estrelló contra el amigo una blanca sonrisa de hiena- los reventamos a puntazos para que aprendan
Instintivamente llevo su mano al bolsillo saco una reluciente moneda de 50 centavos y la tiró al aire, la moneda se elevo considerablemente dando luego un giro de 180º y comenzó un descenso que se antojaba interminable y lento. Varios la observaban y dejaron a medias sus conversaciones y sus ojos se clavaron fieramente en el objeto metálico con ansias de saber que iría a ocurrir como si sus vidas pendiesen del resultado o como si tal fuese el aburrimiento del momento que eran tan fáciles de ser abstraídos por un movimiento de malabares de circo. La moneda parecía mirar a uno y a otro lado con una sonrisa fugaz mientras una palma quieta y limpia la esperaba, llamándola a confundirse con esa piel. En un abrir y cerrar de ojos una mano torpe y sudorosa se interpuso en el camino y arrebató el níquel a la mano que la esperaba.
Se escucho en el boliche una risa destartalada que salía de la boca torcida del individuo ebrio que entró gritando pidiendo chelas y Santana y varios improperios del sujeto que envió la moneda como mensajera al vacío esperando le trajese una respuesta, el otro amigo (del sujeto de la moneda) reaccionó empujando al ebrio de boca torcida y exigiendo la devolución del níquel que lanzó su amigo y este dio un feroz puñetazo contra el muchacho dueño de la moneda que solo sintió como las luces se nublaban y una caliente materia húmeda se escurría por las comisuras de sus labios derrumbándolo, mientras el amigo del ebrio revoleaba una silla contra la humanidad del otro amigo destrozándose la madera en los pómulos y parietal izquierdo logrando que también cayera estrepitosamente. Los ánimos de todos los parroquianos se vieron afectados y empezaron a insultar a los ebrios bulliciosos en franca defensa de los amigos que ahora trataban de ponerse de pie, mientras los ebrios se pavoneaban por su triunfo y celebraban ante los golpeados. Instantes después cual reptil sigiloso una sombra rápida y fugaz avanzó y solo se advirtió un golpe seco y fuerte en la nuca del ebrio de boca torcida. Hubo un momento en que todo quedo en silencio, una imagen enrojecida y sin movimiento como un cuadro tras el brochazo final y el sonido y la fragmentación de una botella saco a todos de cierto estupor y confusión mientras se advertía un quejido bestial, grotesco y una figura desplomándose cual ficha de domino.
Todos vociferaron y dijeron que buen y necesario escarmiento le dieron al ebrio de boca torcida, hasta que su amigo se inclinó sobre el cuerpo quieto y advirtió que un espeso hilo de sangre manaba abundantemente de la cabeza del sujeto, no se lo creyeron hasta que mas gente hizo un capullo expectante sobre esa anatomía agresiva de hace un momento y quieta ahora. Alguien con voz temblorosa y entrecortada indico que no respiraba ni tenía pulso. Si, estaba bien muerto aunque caliente aún. Uno de los mozos con andar de pollo joven y sin plumas en el pescuezo con el rostro blanquecino y los labios secos murmuró claramente
-Yo no quise pegarle tan fuerte. Llevando las manos al rostro y cubriendo un llanto que no terminaba de salir de sus ojos temblorosos.
La policía invadió el lugar mientras luces rojas lanzaban sobre el lugar destellos que reflejaban en las paredes sombras quejumbrosas y acongojadas. Dos policías rodearon al joven mozo esmirriado para tener su declaración y lo custodiaron hacia la salida al igual que a los dos amigos mientras el mozo joven explicaba y todos alcanzaron a oír:

-Es que esos jóvenes metían mucha bulla eran malcriados y agresivos y seguro no tenían plata, al dueño no le gustan estos escándalos y además le quito la moneda a ese joven y los golpearon sin motivo. Yo fui a tranquilizarlo, además no me gusta Santana ni los silbidos estridentes y esos dos siempre vienen y arman escándalo, una vez uno el tipo del piso me empujo y escupió, malos borrachos son ya no tenían entrada pero igual se metieron ahora, entonces como no sabia que hacer solo se me ocurrió darle un golpe, lo hice sin pensar, sin pensar, en serio....

Otros efectivos olivos rodearon el cuerpo ante el que se encontraba su amigo de hinojos en actitud de mantis y plegaria con una mirada absolutamente confundida escupiendo frases ininteligibles. El cuerpo yacía algo recostado al lado izquierdo sobre el brazo que mostraba un puño fieramente cerrado con las venas amenazantes y verdosas no como el resto de los miembros que estaban flácidos y deslucidos. Uno de los policías intrigado se inclinó hacía esa carne sudorosa y clavó sus ojos en el puño cerrado y con esfuerzo logró abrir la mano mirando con desdén y restándole importancia a lo que sus ojos descubrían; una reluciente moneda de 50 centavos en que se delineaban perfectamente los bordes del escudo.