Thursday, April 19, 2007

AMANECER DE 2 NOCHES AGITADAS




La noche había empezado ilusoria, prometedora, llena de posibilidades, repleta de cadencia y ocultando la locura. Creo que siempre empieza así, de alguna manera el inicio trae tantas posibilidades y los fantasmas merodean lejos, casi imperceptibles pero no del todo, pues, que noche no trae sus espectros, la incertidumbre de la razón y la demencia en bungee.
La cena transcurrió en un ambiente calmo de colores pálidos, frases hechas, otras forzadas, otras inteligentes, otras irónicas, algunas soberbias, algunas lacónicas, las menos rabiosas, las menos prometedoras. Como sea, todas apretando el corazón y cerniendo en lo posible aquellas que reclaman o hieren. Ya no era tiempo.
El repiqueteo del celular por alguna razón me produce un temblor, miro la pantalla y su rostro se dibuja en el nombre que parpadea, Mariana, contesto sereno y hago una cita mientras el temblor ahora es un estremecimiento que me ocupa las caderas.
La fiesta se había armado y el brillo de las luces que miraba desde el sur eran las señales a seguir para aterrizar en el exceso. Ellos ya habían dictado y cifrado las coordenadas. Ellos, tan muertos como yo, empezaron el viaje para recorrer los límites de sus cuerpos.
Decidí huir y apartarme por unas horas, el estremecimiento ahora ocupaba todo mi cuerpo. Mariana me esperaba, enfundada en jeans y botas, serena y caliente, con el cabello recogido y esa mirada esquiva y felina que salía de su rostro de teenager.
Un taxi, un motel cercano y, las palabras inexistentes fueron reemplazadas en nuestras bocas por los besos y gemidos. La entrega fue salvaje, animal, fue una pelea caníbal por la carne y el agua de nuestros rincones.
La besé con ansias antes de dejarla, ella debía marcharse, yo tenía un encuentro con ellos, le dije que esperaba verla muy pronto y ella replicó que tuviese paciencia, que me llamaría. La vi marcharse como siempre hace, mirándome desafiante y haciéndome saber que ella y yo somos solo un juego.
Ellos y yo, la complicidad nos hace irrumpir con desenfado en las heridas de la ciudad y derrapamos y nos perdemos, pero al final, la soledad siempre nos ata.
El boliche tenía una banda de sonidos urbanos y populares, las canciones volaban entre nosotros como hélices afiladas, la gente bailaba empujada por el mismo resorte, litros y litros de alcohol en cualquier variedad. Me refugié en la barra, observaba todo con atención e ironía: La gorda sola, chela en mano, olvidando complejos, acordándose de como ser seductora; El grupo de gringos encantados con las jodas y música del tercer mundo buscando un proveedor de coca o ganja; Los oficinistas en grupo, sin puta idea de nada pero en cacería de secres y compañeras; Un travesti en minifalda y medias de red haciendo gala de un cuero mucho mejor que montón de las mujeres del lugar.
Todo continuaba con una relevancia cercana al hastío, mas baile, más gente ebria, gente de caceria, un imberbe confundido e hipnotizado por el travesti, siguiéndolo tomado de la mano como un títere enamorado. Me doy cuenta que no aguanto más, que quisiera disparar contra todos estos simios y acabar con su miseria y patetismo de una vez por todas. Comienzo a sentir como las nauseas suben como espuma de cerveza, siento frío y luego calor, sudo como un puerco y exudo el olor de Mariana y esta rabia, ya no me queda nada, ¡hijos de puta todos son culpables!
El taxi patina por la carretera, ellos y yo descendemos en nuestros miedos aunque la tozudez y algarabía gobierna nuestros deseos. Conseguimos más alcohol para soportarnos. La casa es reconfortante y de colores intensos, pero en ese lugar como dice el dueño, hasta las paredes tienen cicatrices.
Miro a mí alrededor y la tristeza se enseñorea en los rostros como la sangre en un campo de batalla. Los discursos van y vienen, las reflexiones son astillas molestosas, estoy quieto queriendo desaparecer y, como si nada, desaparezco entre mi cuerpo y el cansancio.
Los gritos y los juegos son risibles, la excitación por asaltar el día y tomarlo por las astas después de haber consumido la noche en una línea extensa de somnolencia impúdica, nos enardece el grito interno y se vuelve un aullido lisérgico para seguir gobernando la demencia y aporrear más las cicatrices contra los caminos afilados.
Ellos me transportan, me arrastran hacia la extenuación. La rabia dilata las venas de mi frente y mentalmente los sumo a mis cadáveres no sin antes dispararles a quema ropa, pero, solo es el sol que se me inocula impávido y sin gentilezas cociéndome en picada.
El día es nuevo, nuestras mentes arengan a nuestros cuerpos que, sin piedad, se despojan de las heridas, del abandono y de un visible down y, de pronto, ya no es un desafío, ahora es una victima que debe ser pasada por encima y convertida en oscuridad nuevamente.
Las canciones irrumpen unas tras otras como corredores en una maratón exquisita, lentamente se apropian de toda reacción, debo bailar, debo morder el aire y golpearlo contra mi cabeza y mis extremidades. Ellos y yo recorremos el momento irreverentes, quebrando los años que nos han caído.
La insoportable pesadez de la presión nos rinde a momentos. Ya no soporto más, Jode esta mierda, Si, pero te digo que estoy a un punto de volverme en asesino, Yo lo soy, al menos creo que lo soy, ¿Lo harías? ¿Si te doy un arma les volarías la cabeza?, Claro que si, antes que yo me joda me llevo al menos 20 boludos conmigo, porque solito no me voy ni en pedo, Hagámoslo, pero en serio, yo compro el arma, Y yo la disparo, si que lo hago, Y luego me disparas a mi, Claro pendejo, ni creas que te voy a dejar todo pancho.
La huida es rápida, la noche, otra vez. Recorremos la ciudad, siento el olor a pólvora en mis dedos, todo avanza demasiado veloz, no entiendo nada, estoy como en una caja de vidrio y todos giran y vociferan con estruendo, pero no oigo ni mierda, pasan como haces de luz distorsionados. Ellos, ellos ya no están, los busco entre los cuerpos, piso cabezas y brazos pero no encuentro sus huellas, un hueco oscuro de dientes púrpura los ha tragado, yo me he quedado anestesiado, con el olor a pólvora en mis dedos, con el olor a soledad en mi cuerpo.
Voy errante a algún lugar, las sombras me siguen y acarician. El repiqueteo del celular me vuelve al mundo, miro la pantalla, Mariana, un temblor me recorre y otra vez el estremecimiento en mi cadera se expone. Encuéntrame en la plaza en 15 minutos corazón, Si preciosa, la plaza, allí estaré. Obnubilado y casi ciego palpo su cuerpo, miro y esta enroscada a mi, su piel cálida y tersa me cura todas la heridas, ella me besa y gime complacida. Vamos amor. Me dice. Ahora que estas listo y armado dispárame.
(Nota: Este es un casi cuento al estilo comic, practicamente por cuadros, o al menos eso pretende ser. Solo imaginense los dibujos y lo tendrán más redondo, talvez.)

7 Comments:

Blogger Unknown said...

Las paredes sudan ese líquido turbio con burbujas por sus cicátrices. La mesa se llena de cristales brillosos que luego arañan las fosas y desgarrán anestesias con su canto soberbio, agresivo, lúdico y loco.
Estabamos todos y los nervios gritaban en la toxíc mania...I wanna be sedated grité y estrellé la cabeza en la frente roja y calva del amigo fanático de AC/DC, mientras el flaco con rostro de Choca del Altiplano, aleteaba rabioso por el Jardín.
Ella miraba y el sol caía de golpe. Entonces una patada al viento, un bramido agónico a la noche y las tarkeadas con soplidos de altiplano acompañando la anestesia.
El volvió a ver a su VIOLETTA yo terminé anestesiado en el viejo catre, mientras ella, la musa de bruma tocó mi timbre, gritó que le abriera y no la escuché no quise dispararle...

1:23 PM  
Blogger rondeldia said...

cada vez estoy mas convencido que la paz es nomas una ciudad donde abundan las soledades acompañadas, sin embargo en chuquiago todo es comunitario, alegre y a la vez ceremonioso...

que buen par de noches has pasado, alguna vez deberías presentarnos a mariana no?

12:48 PM  
Blogger Gamez said...

El, ha pasado un par de noches y otras tantas con su Violetta o Mariana o Natalia, es un personaje Rondel, un comic en noches zapadas y agónicas.

9:14 AM  
Blogger Sakura said...

Mmmm... va muy bien con el estilo de comic... sólo algún párrafo un poco muy descriptivo, sin embargo creo que es la idea de dar todo el ambiente, no?

Saludos =)

5:35 PM  
Anonymous Anonymous said...

Un ambiente que se antoja surrealista bajo una estructura bien delineada...hay musas, emociones y claridad.

Me gusta, saludos!

10:11 AM  
Anonymous Anonymous said...

Ya esperaba que escribieras alguito.... Estaba extrañando tus letras.
Al estilo comic? siii y con tintas de Frank Miller y Sin City!!! Me gusta me Gusta mucho.
Un saludo

6:22 PM  
Blogger Gamez said...

Anónimo: Y....si, q te digo, se me ocurrio hacer un cuentito tipo comic, quise hacerlo todo tipo comic con los dibujos y todo pero falló el dibujante, y esta claro que con una onda Miller, pero no cpoia eh.

1:15 PM  

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