Wednesday, April 05, 2006

Habré de encontrarte


Hay de esos días en que tienes una felicidad como plana, algo asi como una sopa recien servida que no tiene olas y se mantiene en un ángulo, tibia, calmada y, ni una arista de carne asoma sus bordes en el cocido, tan parecido a los días con nubarrones cerca a rojizas montañas por donde mis ojos saltan como cabras veloces y redonditas o como aceitunas rodando por una copa moldeada en la República checa. Esta felicidad tan chic, tan amarradita, tan condescendiente, te cubre los poros como una lamina estañada que te mantiene fresco, casi frío, un poco muerto, un poco suficiente. Cuando aparece su sonrisa, es como el momento cuando niño, vas a abrir un paquete de regalo y esperas un juguete deseado, como cuando se levanta el telón y tu banda favorita toca para vos, como cuando abres por primera vez la tapa del libro y muerdes la primera hoja como a un pudin fresco de vainilla, ¿te ubicas la sensación? ¿recuerdas que un eléctrico chisporroteo te recorre la panza? y no como mariposas sino como decenas de luciernagas que además te encienden. La felicidad ya no es chic ni tibia, ni sopa, ni poros tapados, es un aluvión de regalos multicolores y chispas de nevado y agua de lago y saya hirviente y desbordante...no se qué y quizás núnca la pueda definir, sólo sé, que ver tu cara aplastada contra la almohada, con tus pómulos rojizos como tomates de carpa y tu nariz con aleteos de pez, con tus cabellos regados como orquideas húmedas, con tu boca semiabierta como una cereza herida, con tus ojos cerrados como un horizonte de montaña, con tu cuerpo ligeramente curvo como una luna creciente, con la inocencia de un bebe amamantado...verte asi me hace ser feliz y entenderme, saber porqué elijo los dias contigo y porqué las desaveniencias no son mas que un poco de frío destemplado en mis dientes debilitados...mi corazón está fuerte con la sangre que me das, tu sangre que corre y tropieza pero siempre encuentra como llegar hasta lo mas recóndito de mi. Hay de esos días en que tienes una felicidad como plana, ¿lo sientes? yo también, pero se que lueguito habré de encontrarte.